difunde un buen perfume de cedro
nuestros rostros están rosados del calor
iluminados de su resplandor
Como una gata de acercas
ronroneas te refriegas
tus dedos recorren mi cuerpo
y bajan sobre el pecho
Lentamente te alejas
para inducirme a seguirte
te desnudas lentamente
usando gestos como caricias
Nuestras miradas se siguen
aquella luz tenue
ilumina tu cuerpo
a mi placer masculino
El temor desaparece
cuando mis dedos recorren
tu cuerpo
acariciando los pliegues de tu alma
Envuelvo tus dulces movimientos
con mi deseo
mientras mil escalofríos encrestan
mi piel
Eres tú que me coges
tu conduces el juego
tu placer es aquel
de prolongar el mío
Me ataras con hilos de seda
sobre tu cuerpo desnudo y sobre todo aquello
que se irgue de mi untas… indiscreta
dulcísima y dulcísima crema
Con su perfume y mi gana
se difunde sobre tu piel mi placer
para hacerte abandonar en cada pensamiento mío
a tus labios sensuales
Tu lengua recorre
al largo y al ancho senderos
conocidos y desconocidos
haciéndome esta vez vibrar
Y ahogare en tu cuerpo
como el sol ahoga en el atardecer
tus muslos desnudos me envolverán
para darme el universo