Desnuda
es la carne
lento el respirar
somos idénticos
tú y yo
Mi piel desnuda
acaricia
piel gemela
Manos ardientes
no conocen fronteras
Delicioso el tormento
torrente que llena
el deseo
Somos mapas
de tierras conocidas
Cada vena
es una calle caliente
que nos espera
Cada poro
un receptor
de escalofríos
Cada mirada
percepción de intentos
Somos suspiros
que vagan
libres como el viento
Somos furiosos espíritus
que se buscan
como un delirio en llamas
Huellas
que dibujan
el mismo recorrido
Alas
que vuelan
en el mismo cielo
Dedos que se tocan
como gotas
Cuerpos llenos de rocío
que resbalan
lentamente
sobre
la locura…