Un monumento te haría
pequeño rectángulo
de números y letras cubierto
tú eres el cupido
mensajero de amor
no lanzas flechas
pero su voz traes.
Amada, añorada, deseada
voz que el corazón inunda
de felicidad inspirada.
Tiemblan las manos
a tu juvenil acento
y confundir me haces.
Advierto tu sonrisa
indulgente amorosa sonrisa
que mi embarazo coge
y goza
que amor se llama,
amor por ti
que me has dado el sol.
Tendido a tu lado mi mano se desliza
por tus valles y colinas
un estremecimiento recorre tu cuerpo
tus piernas se abren
dejando entre ver el abultado pubis
debajo de una minúscula y sutil tela
llena de rocío
Nuestra miradas se cruzan
la tuya mira mi atributo
la mía tu generoso canalillo
no hacen falta palabras
nuestros miembros hablan solos
se enardecen y tensan sus cuerdas
prontos al acto deseado
Tus ojos brillan de fuego
el deseo es inmenso la gana no disimula
y se deja acomodar a la mía
pongo reto el timón y entro en tu bahía
El atraque exitoso encuentra
tu puerto lleno de rocío
exhalas un suspiro
facilitando la entrada del navío
Se trajina con tesón sin temor
ocasionando un coito de ciclón,
la mar se calma
anochece
y permaneces entre mis brazos
el atraque a terminado
recuperamos fuerzas
mientras la noche pasa
y llega el alba
amaneciendo entre tus piernas
Húmedo calor agrede
carnosos labios afanados
en estudiar a fondo pasiones
…intensas caricias
pinceladas
de lengua ansiosa
amplían
vértices emocionales
plasmado de mi querer
… manos
aferradas a los cabellos
empujan cabeza
sobre vehemente deseo
…minutos de apnea
a liberar saliva
extasiado
de tu gozo
… sabor de mujer
delicia
paladar ansioso
codicioso
de recibir ardiente miel
fino y delicado
Pega
sobre los muslos por el instinto abiertas
a formar arcos
en espera, para después
acoger viril cuerpo
como flecha incandescente
para arder
lentos
en un simbiótico
orgasmo visceral
... convulsivos espasmos uterinos
prendió fuego
granito de ardor
mientras gentil garganta
emite notas de atmosfera
cantando instantes
con gemidos ritmados
de gritos impuestos
que reversan escalofríos
temblores
en preliminares de puro placer
Me postraré a tus pies
y los acariciaré…
llevándolos hasta mi corazón
mis manos
masajearán uno a uno tus dedos
y los apretaré hasta cuando
no habré sentido
tú primer gemido…
desde allí iniciaré
a subir las curvas
saboreando el temblor
de tu cuerpo inerme
que despacio a despacio transpira
olor inmenso…
Y ahora adormecidos
tendidos con las manos entrelazadas
sin sentir el peso del cuerpo
como los ángeles suspendidos en las nubes
mientras el calor de sabanas impregnadas
de aromas del amplexo
saciamos mentes morbosas de deseo continuo
y nada parece más divino y sublime
la mórbida piel del cuello
acariciada de labios aún temblorosos,
respiro fatigoso en los dedos que transcurren
a buscar el lugar donde inicia el escalofrío
para después respirar las gotas del alma que se derrite
en mil riachuelos de néctar dorado
para que del placer, el infinito se apodere
Tus ojos se cierran
y apagan el día
un dulce pensamiento
y acaricias el cofre,
frenéticos los dedos
lo tocan, le dan vida.
La mente tuya busca
con los ojos entrecerrados
dulces momentos, secretos celados
teniéndolos escondidos, jamás revelados
Después el aliento se acorta
el corazón que late mas fuerte
los pensamientos se vuelven estremecimientos
ya largo la espalda... después fragor, después trueno
y dulce tempestad
refresca los miembros sudados
que cansados aflojan la presa
Y repones el cofre
con dentro tus sueños
y vuelves a la vida normal
a la luz del día
a los rumores, a las voces.
Al caer la noche
cuando todo es silencio
solo nuestras respiraciones se buscan
volviéndose música que rodea
y todo embriaga
Palabras después resbalan caricias
manos exploran... imploran
y en cual acariciar ahí esta...
a mi te inclinas
En tu dulce donar a mi ebriedad
en mi dulce recoger de ti la esencia
creciendo el ritmo
nuestras almas no más solitarias... envueltas
Danza que apaga
donde la entrega y el donar
se vuelven una sola cosa
nosotros...
Siento tu ser que me pertenece
sobre mi te acomodas y yo te acojo
esperando al dulce emocionar
llegamos unidos a la ápice del ardor
Cuando hacemos el amor
no cierres los ojos
Susúrrame el calor
en calientes palabras
Quema mi piel
con tus labios,
escóndeme tus dientes
pero muérdeme el corazón
Con incurables lamentos
sacia mi lujuria
encarcélame en una red
sobre la orilla de la playa
Como una flor en el acantilado
cojéeme, recógeme...
y en los pliegos del alma
yo recojo tu nombre
nutriéndome de ti.
Espérame esta tarde
con las palmas abiertas
y la ventana entreabierta
de la vía del improbable
llegaré a ti.
Ábrete en la penumbra
de un espejo de luna,
tengo las manos del viento
que frugan ladronas
entre tu combinación transparente.
Acógeme esta noche
al asomarte al balcón
y en tu respiro que estoy tramando
detrás a tu espalda
dentro a un escalofrío lento.
Imparable es la gana
que desciende en nosotros
morirá esta noche
antes que se apaguen
fuegos de deseo.
El sentido de tus ojos
grandes
que hacen el amor
conmigo, con los míos,
es lo mismo que tus senos
que olfateo
toco
como.
El sentido de tus cabellos
que muero por mirarte
saborear
y amar tanto,
es lo mismo que tu voz
que amiga
me busca y me encuentra.
El sentido de tus besos
fuertes continuos
a millares,
es lo mismo que el vientre tuyo
que gime
y naufraga entorno a mí.
¡Alba!
Hora enmantada de luz
y dos amantes.
Llena y colorea
los dos cuerpos.
Átame más
a ella.
Que yo pueda
afianzar su amor por mí.
Naufrago
en solitaria morada
abordado,
entre voluptuosos pensamientos
ondeo...
carne desnuda
sobre roca caliente,
mi cuerpo calienta.
¡Rayos ardientes!
encienden sentidos,
¡remolino de emociones!
¡en la naturaleza absorto!,
un abrazo,
¡sugestión sensual!
tensión que sube,
respiración jadeante,
sublime la danza.
Caricias difusas
de mirada falaz
erizan la piel,
libido invoca.
Mano caldea,
de mi placer, la alegría.
… y te pones en mi cama,
con cuidado de amante perfecta.
De deseos mi alma estremece,
el mundo para, el placer crece.
Cierro los ojos y siento tu boca
en mi vientre como una mariposa
besando flores en una fiesta loca,
y tu mi diestra que tu pecho aprieta.
Después, tu cuerpo al mío unido,
explorando los senderos de tu ser interno,
busca la fuente del placer con cariño tierno,
penetra las aguas para ser untado.
Y sin pudor en tu edad,
un éxtasis desenfrenado te vence,
gozas de vibrante ansiedad,
para darme este cuerpo que ya no te pertenece,
y en el hago extraños arabescos,
te envuelvo en pecados dantescos,
como serpiente en voluptuosa danza,
clavo mi semiente cono si fuera lanza.
