No respondo a tu amor
escucho palabras que
alteran mi paz
veo en tus ojos
conocido fulgor
el avispero quiere estallar
como luces atroces
sin piedad dan en el blanco
hiriendo aun mas,
manchando de óxido
los blancos jazmines,
sutil pensamiento
desvía mis necedades
sonrisa grisácea,
primorosa,
de líneas extrañas,
casi perversas,
se posan en mi rostro
y vuelvo a ser yo,
la inexpresiva mujer
que no arde,
la que espera ser consumida
por el polvo del tiempo
siempre la novia amante,
voy donde nadie espera,
¡Soy siempre la misma,
Jamás la de ayer!
Abro la luz
al día que vendrá.
En un lecho
avaro de compañía
alargo mi mano pero
tu no estás.
Una fría almohada
confunde mi mente.
Nuestros respiros
son como burbujas
en poderío de un sueño que
no tendrá ningún despertar.
Escucho tu silencio acolchado
de una tétrica habitación.
Irreverente sacudo
las mantas
sabor que fiel será
mi primer café.
Instantes sin tiempo
impresos en mi viejo péndulo.
Muros que gritan piedad
ojos que alivian dolor
con gotas que bañan el corazón.
Abro la luz al día que vendrá.
¡Somos hoy, nada queda de ayer!
¡Somos amantes, somos amor!
© Silvia García Sandoval & Greg D.