Esta mirada tuya,
hoja afilada
penetra ganas
roza piel agitada.
Escalofrío recorre la calle del olvido,
adormece el agudo pensar,
despierta el instinto;
diosa de los sentidos,
veneras el ajeno
rompes suave mi ser
aturdes la voluntad
¡Están aquí!
Tus delicadas piernas
me rodean con deleite
siento el cuerpo que falla
acariciado por los labios de terciopelo,
pierdo peso
floto
me abandono a tu voluntad.
Veo tu caliente cuerpo,
sobrepasas imperiosa el mío,
cabalgas con fogosidad
este potro perdido
silencioso a tus deseos.
Un parpadeo
De predadora te vuelves presa
ahora soy yo el jinete,
tú la yegua,
el lógico
divaga,
el animal se enfurece
si… ahora eres mía.
© Greg D.