de una rosa roja
la cogí de un fajo
y la traje conmigo.
de un sueño privado de inocencia
el afán de ella,
quedando encadenado,
de su mirada,
retenido y tatuado dentro.
permanece la esencia
como fragancia de amor
entre las sabanas
después de horas de juegos.
hasta el anochecer…
sensuales y ardientes
gime entre mis brazos
y siento solo su cuerpo
temblar apasionado.
este deseo
nutrido de pasión.
resbala en sus vísceras
como miel
deleitándola y engolosinándola.
se encuentran nuestras lenguas
de fuego
en la pasión que requema.
como locos bailarines
nuestro tango de amor.