De los ojos al seno
fuegos vivaces y altaneros
que nos devoran el corazón
cimas de deseo
de cuales destila la ambrosía de la vida
Y después abajo
más abajo
donde caliente apenas
mis caricias
rasguean como rozando un pétalo
hasta ceñir con ardor y voluntad
tus amables glúteos
Jocosas y burlonas
me arruinan encima
tus gracias
con toda su opulencia
su agrio perfume
y me parecen rosales en alboroto
su danzas exuberantes
con volteretas e intrigas de sentidos
me rodean en torno
En la más tierna fantasía tuya
ahora yo estoy prisionero
o quizás muerto
y en tu anfractuoso placer me pierdo
así traidor
como un amante vencido
¡Es casi una paga
aquel vértice agradable y oscuro
que me trajina y me quema
me traga y me clava!
¡Eh aquí!
Llegados
con el éxtasis en los ojos
como si hubiera visto un ángel
como si un fuego divino
estuviese dentro de ti…
© Greg D