Caeremos.
Y otra vez más.
Entre tus cabellos
como nidos, las golondrinas
y inviernos de canalones
Y todo el blanco de la nieve.
Y tu piel desnuda.
Los labios míos en el pecho
mis dedos te aprietan
y sin tregua, te miro.
Y tú te entregas muda.
La lengua de los amantes
está hecha de una trampa,
las piernas, tuyas, las mías,
el abrirse de los telones
y el descubrirse, dentro,
donde está más claro, escuro.
Caeremos, te tendré
y tu como columpio
soldada por los flancos,
ritmo andante, rápido,
más, aún, más.
Me tendrás en los ojos,
por juego una castaña,
al darse cuenta apenas el fondo y
unidos, fundidos, andaremos como lava.
Caeremos.
Y otra vez más
Entre tus piernas,
satisfecho, al calor de
un abrazo femenino.
Y todo el blanco de la nieve,
en tu piel desnuda.
Los labios míos en tu vientre,
los dedos, diseñarte
y sin tregua, te invento.
Y tú te entregas muda.
© Greg D.