Escucho una melodía, estacionado
el universo, un intervalo de ti.
Los dedos sacuden las teclas
el eco se dilata a colmarme
en una fracción lenta
prolongo los labios en este mundo
en este gusto intenso
Esta es mi fuerza
ofrecer el eterno en un segundo
tu resuello se apresura a reconquistar
los ojos míos, el pecho y los flancos
en una alusión de terciopelo carnal
dilatándome en mil temblores.
Olfatéame, paladéame, atúrdeme de locura,
báñate de mi luz
la pasión mía culmina
en cada línea más allá del placer
© Greg D.
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