Entre los cándidos muros del vahído lejano
mi mirada se posa sobre tu seno descubierto
mientras impávido avanzo y con el beso más experto
te acaricio los labios y luego deslizo despacio.
Por mi piel, tus sentimientos
por mis ojos destellos de pasión y deseo
vahído lejano, insinuantes cuerpos
caricia experta…besos rasgados.
Busco el cáliz impuro de tu seno materno
para calmar la sed de un instinto reprimido
que condena el espíritu mío a un álgido infierno
donde la sangre se disuelve en un túrbido amplexo.
Busco el cáliz de tu cálida simiente
para calmar la sed en mi volcán de fuego
infierno consumido entre tu cuerpo y mi cuerpo
la sangre se disuelve…anfibio en su piel escurridiza
túrbidos besos…arden en mi secreto.
Tu néctar es dulce como fruto prohibido
y anima la lengua a ir más a fondo
hasta el mágico idilio del fecundo vientre
que consigna a las estrellas su tácito convite.
Tu néctar elixir de locura
éxtasis en tu lengua inquieta
¡adéntrate en mi vientre! fecundo de deseos
descifra mis misterios entre gritos ahogados
entre palabras inconexas.
En la noche que envuelve mis sueños incumplidos
tus piernas se abren al placer más extenso
para violar la boca del silencio espeso
como el rio que fluye entre los gemidos agudos.
En la noche que envuelve nuestros sueños
mis piernas se abren entre el placer, de sentirte muy dentro
para llenar de sonidos al más espeso de los silencios
como el rio que fluye entre mis praderas…
agudo instante…fusión de pasión.
© Mª Luisa Blanco & Greg D.
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