El refugio de los sentidos

 

 

 

El refugio de los sentidos

 

 

 

 

Se acomoda a mi lado,
me mira divertida,
no entiende que es lo que estoy pensando pero la entiendo
paso la mano sobre sus senos…
están listos para ser comidos…
decidimos de bañarnos, una salida de delicado pudor le asalta…
es su el modo de respetar la intimidad de nuestros encuentros…

Se aprieta en mi abrazo
desea mi deseo…
lo pretende
lo encuentra en mis ojos y cada vez es como la primera…

Ninguno sabe, ninguno comprende
me quiere solo porque la quiero…
no somos amantes, no una pareja de enamorados…
solo la esencia de una relación.

Pero esto no lo saben…
Quiero ser el único…
el elegido
tener la fuerza del mar
la elegancia del fuego
me agarro a ella
deseo sentir mi tórax moverse encima de sus senos

El fuego explota

El mar enloquecido

El placer se  libera

Los cuerpos se funden en un único abrazo
siento el eco de su goce en cada molécula
lo siento en el vientre

No quiero se aleje pronto…
esto lo sabe y…
aún así el calor nos abandona…
la sangre lentamente ralentiza la carrera,
la ultima respiración común
la ultima mirada  cómplice.

El tiempo a nuestra disposición ha terminado
este lugar es un mundo donde solo lo comprendemos  nosotros
el café, una mano pasada por los cabellos, la maleta de llenar,
el reloj de no olvidar
las llaves de recordar…

Un rito que se repite, al cual no nos oponemos…
la puerta que se cierra,
la caminata, abrazados, largo el paseo

El silencio es el soprano supremo
la música del cuerpo reina
los ojos los príncipes
nosotros…
nosotros…
diligentes observadores de la ley
en el reino de la complicidad intima de los sentidos.