Estaba la niebla
que ocultaba el sol,
fue entonces que por ti
nace mi amor.
Subía la cuesta
erizada y tortuosa
de mi vida
siempre aventurera.
No te he dejado
un solo momento,
de haberte elegido
nunca me arrepiento.
Tiré recto
con el sol al frente,
pero siempre más alta
se convertía la montaña.
El camino a veces
parecía sin retorno,
pero siempre subí,
día a día.
Ahora llegué
en la último kilómetro,
Perdí un poco
de mi antiguo gesto.
Me siento sin fuerzas,
un poco abatido,
pero como un tiempo
de ti enamorado
Te miro a los ojos,
para recobrar vigor
tú eres mi fuerza,
mi gran amor.
Eres hermosa sinceridad
y me das valor,
contigo me siento
como rosa de mayo.
Como el rocío
que los pétalos acaricia,
de la vida mía
¡Eres ligera brisa!
© Greg D.
1 comentario:
He vuelto a leer este poema. Es realmente hermoso Greg.
La sinceridad es tan importante.
En toda relación.
Y aveces no existe simplemente.
Un abrazo grande para ti.
Besitos amigo.
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