9 ago 2017

Tendida Y Dentro Encendida.



Encuentro

Tendida y dentro encendida
te siento en este inmenso y vasto mar
a succionar bordón estelar
en nuestro encuentro de almas desembaladas
y me cabalgas con alas ya extendidas.

Esta mañana he despertado
en un anhelo de esperanza vivo.
Tengo alas de mariposa
que intentan volar osadas
en pródiga obstinación
allende el mar, donde estás.
Abarcando el continente
me han llevado hasta tu lecho
donde desvelas, armado
donde cavilas maneras
a unir en beso y en cuerpo
nuestras bocas solitarias
que se nos mueren de sed.
Tú no sabes de las noches
que en oscuridad aliada
a los sueños atrevidos
en que te he besado entero,
aprisionado entre alas
tensadas en tu cintura
y rodeando tus caderas.
Entre columnas de seda
te has anclado, y en gemido
de mi suave amor prohibido,
mi cuerpo ya ha sucumbido,
lentamente, a tu calor.

Nos encontraremos
donde gota a gota
escurre el ímpetu y la pasión,
y traicionaremos las emociones
de nuestro encuentro,
quietos a gozar del momento,
como si fuese el último signo de esta unión.

Cautivos

Me cruzo con tu yo
en esta caliente noria complaciente
con jaulas desalquiladas dispuestas a mezclarse
la boca tuya extendida con gran celo
sobre cálamo de añada y sin velo.

Ambos liados en ovillo
en el foso derretidos
en caricias y pasión.
Ambos en ávido brega,
uno bebiendo del pozo
otra desde el surtidor.
Besa que besa, besando
nos hemos ido enredando
en las fauces del amor
roce con roce, rozando
nos vamos acomodando.
Sensualidad disfrazada
de respeto y de candor,
si tú, quieres penetrarme
y yo muero por quedarme
atrapada para siempre
en tus embates de amor
y, desmayada entre rosas
escurrida la entrepierna
callada, hablarte de amor.

Tendida

Cogemos el sagrado fruto
con todo el entusiasmo en el espasmo
que me posee y te arrolla aún
constante como gallo de madrugada
y me despierto contigo a mi apretada.

Ah, qué noche desbocada
en la que no hemos dormido
alentados los sentidos
por este furtivo amor
que no quiero se termine
y como aliento de abril
se me escurre en el temor
de que, aguacero de mayo
se me deslave el amor
Bésame así, hasta saciarte,
besa hasta que el gallo cante.
Con el beso aparejado
así crecerá febril el ardor
enamorado, entre muslos
atrapado que sientes
dentro de mí.
Anclados en el fervor
de besos desbalagados
y roces inesperados
mis manos en pos de ti,
deleitándose en el tacto
más duro que concebí,
magnífico en el terceto
ardiendo, mojado en mí.
¡Oh, bien mío!, Sigue,
Sigue besándome así.

Y, serás mía, seré tuyo,
y, ¡Bella será la vida!

Dentro encendida

La mano ahora induce
buscando y calando tu esencia
horadando en tu caverna con paciencia
y cuando el canto trina y vuela alto
tu besas mi cálamo y se iza más alto

Despierto y te siento tenso,
arrimándote a mi espalda,
tu mano hurgando la seda
de corinto, en lasitud.
Tocas y giro hacia ti
te acaricio y en espasmos
suplicando por un tallo,
la gleba es atravesada
a lo profundo del surco.
Tallo izado en plenitud
crece y creciendo me invade
la conciencia y las entrañas
y con empuje implacable
me está obligando a gemir.
Escucho el canto del gallo
prosigue el sol, su camino
y es el alma la que grita
lo que el cuerpo necesita
que fundidos en los besos
de amor terminemos presos.
Riego que no se termina
sed de tu vino en mi cuna.
Quedo en el alba tendida
el sol ya está en el ocaso
Estoy por dentro, encendida.

Y correremos
en los caminos de la larga senda
que llena de su perfume,
el de hombres y mujeres
sin miedo
abrazados en su nombre,
hasta alcanzar
la meta,
al fin de nuestro viaje de amor.

© Andula Agapimu & Greg D.

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