Fue perfume de mimosas
que guio narices curiosas
en aquel lugar tuyo encantado
de pajitas colorado
Aquella avellana tan intensa
de apariencia casi inmensa
mis ojos ha conquistado
para dejarme sin aliento
Vista y olfato recompensados
alargué mano temblante
a aflorar boca vibrante
para atraerla dulcemente
y gustarle lentamente
La respiración tuya aumentado
al oído mío llegado
embriagado de un suspiro
di inicio al primer giro
Y en una danza vertiginosa
he guiado la dulce rosa
donde música y pasión
exaltar saben emociones.
© Greg D.
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