Estas soñando,
desaliñada como una niña, en medio las sabanas.
Te miro, perdido en la simplicidad tuya buscada
rozo tus labios, con un beso caliente,
acaricio tu piel, plumas para mis dedos,
mi lengua busca refugio, en tu boca cansada,
como luciérnagas, asustada de la mañana, entra en la cueva
Estas soñando todavía,
pero intercambias con más ardor mi efusión.
Reconoces mi mano,
y le concedes tu don prohibido.
Te inflamas, quemas y sonríes,
el amor te cosquillea, te aguijonea
ahora mi corazón
sobrevuela infinitos tramos enrubiados,
mimados del sol del verano, el amor tuyo…
© Greg D.
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