Se Fue Como Llegó

Se durmió entre mis manos.
Lloró sobre mi pecho como una niña
y a sorbos bebí sus labios.

Aquella noche en la que no pronunció palabras,
su piel se envolvía
 derramando amor sobre la mía,
sus uñas recorrieron mi espalda y
 yo me estremecía.

Consumido bajo esa magia y
 pendiendo de un fino hilo de fuego.

Mis manos temblorosas pecaron
en su cuerpo.
La llamé callado por las noches.

La miré a través de mi ilusión,
dibujé caricias íntimas
 con la yema de los dedos.

Y mi aliento abatido daba vida
al delirio de su vientre.

¡Oye...por favor háblame!...
no te quedes callada ahora que has venido.

Quédate prendida a mi fuego
no te vayas...
escucha mi aliento agitado.

No te duermas....
no hables de amor...
dime que no es un sueño.

¡Ya te has ido! ¡Ya lo sé!
Y yo aquí como estúpido.,
he despertado buscando tu cuerpo junto a mí.

¡Murió mi sueño al amanecer!
Se fue así como llegó.