desnuda

Desnuda bajo la regadera te observe a través del cristal,
ahora prefiero verte con ropa. 

Para imaginar la forma de tus senos,
imaginar tus piernas, tus glúteos firmes
el bello que cubre tu sexo, imaginar su forma.

Soñar en como se desliza la tela de tu vestido rojo sobre tu pechos.
Como rompecabezas, forma tu tanga bajando poco a poco.
Iluminar tu cuerpo para ver reflejada su sombra sobre la pared.

Dejar que los botones de tu sostén liberen esos dos copos de nieve,
y mirar tus pezones endurecer al contacto de mi lengua.

Ahora derramar miel sobre tu cuerpo
y lamer como un gato lame su cuerpo.
Escucho tu respiración agitándose cada vez más,
y tocar con mis dedos tu vello púdico
siguiendo su forma.

Tomar una rosa y quitar un pétalo para acariciar tus labios.
Cuando la miel que tenia tu cuerpo se termine,
besare tus piernas.

Y colocare mi miembro en tu cavidad vaginal
que se introduce
como navío en una caverna llena de diamantes.

Hacer arquear tu cuerpo para entrelazar tus piernas en mi cintura,
mientras tu vagina descarga temblores sobre ese cuerpo flácido.

Chocando como olas en las rocas nuestros sexos se unen como
notas musicales al ritmo que marca tu cuerpo
y los tiempos son marcados por tus caderas.

Mozart compondría otra sinfonía al verte mover sobre ese miembro,
al ritmo que llevas la luna desearía ser tocada y acariciada por el mar.

Tu sexo tiene espasmos,
sientes que choca sobre las rocas y tiemblas,
te muerdes los labios para no gritar,
pero tus caderas se mueven más y más y más.

Cual torrente de lluvia que toma
causa en la cascada una y otra vez tu vientre tiembla
para avisar de un profundo orgasmo en tu vientre,
y como el primer rayo de luz que corta la noche estallas con un grito.

Las mareas enloquecen las aves cantan,
y el sol rasga la tela negra que hace la noche
y tú terminas acostada sobre la colcha esperando
tomando aliento para hacerlo una vez más.