¿Puedes llamarlos
momentos indecentes?
¡No, no puedes!.
Son la sal de la vida
y su ingrediente principal...
el amor
Besos de fuego... largas llamas
que encienden el cuerpo.
Pura pasión sin razón.
La mente disuelta de la linfa
que mana veloz de vasos
y llena de alegría los envases.
El corazón marcha
a golpe de tambor latente...
fantasías, ganas inexpresadas
en espera que alcance
el satisfecho... largo
placer.
© Greg D.
1 comentario:
Qué bonito! Tanto tus versos como la imagen. Genial.
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