Tus manos
dragones voladores
se mueven con seguridad
de quien sabe…
yo,
deslumbrado inmóvil
observo las falanges resbalar persuasivas.
Te miro incapaz de respirar
las piernas abiertas como una plaza
son ámbar de buscada soledad…
clisterizas incansable,
el rostro purpura
nariz alargada
la boca es una vagina ansiosa…
sudas brotes de grano duro.
Te contemplo
estasis llegando.
Un último toque
explota virulento el maullido loco.
Vengo sobre tus manos
rellenas de humores celestiales.
Te alzas segura…
mi mirada alucinada
sigue tu culo hasta el Angulo
encorvado del baño…
momificando en vano.
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